El periodo de gestación es vital, es un evento trascendental y mágico, darle vida a un nuevo ser es mucho más que reproducirnos, trae consigo responsabilidades desde el momento mismo en que existe dentro de nuestro cuerpo.

Por ello todo cambia cuando decidimos decir SI a ser MAMÁS y se dispone toda nuestra atención física y emocional, a saber que están en nuestro cuerpo y que están bien, lo que despierta esa curiosidad a sentirlos, que con los días se convierte en necesidad, como único canal de comunicación, “sentirlos”.

¿Cuándo se empieza a mover el bebé en mi vientre?

• A partir de la semana 16 hasta la  22 es el  momento en el que podrían aparecer los primeros movimientos fetales perceptibles por la madre.
• Durante la semana 22 a la 30 del embarazo los movimientos serán más claros de percibir, su desarrollo óseo y muscular está en plena formación, lo que unido a su tamaño y la cantidad de líquido amniótico en su entorno, permite hacerse notar sus movimientos.
• De la semana 30 en adelante debería sentir que su bebé se mueve varias veces al día, se gira, patea y golpea más. Tienen lapsos de sueño largos, pero durante estas semanas es usual sentirlos.

¿Cómo identifico los movimientos de mi bebé?

Algunas mujeres los refieren como el aleteo de una mariposa, pequeños y suaves golpes, o con la sensación de una esfera de aire que vibra o hace pequeños movimientos.

Puedo referenciar que “entre la semana 18 a 20 tuve la percepción de algo, que usualmente no estaba en mi cuerpo, algo que ocupaba un espacio en mí y tenía volumen y peso”. De esa manera sentí a mis hijos durante mis embarazos hasta entender que sus pequeños y suaves movimientos eran casi imperceptibles para entonces.

¿Cómo estimular sus movimientos y mi percepción de ellos?

La conexión única que existe entre madre e hijo genera una explosión de sustancias que aportan a su desarrollo y crecimiento y que generan los cambios hormonales y la maduración de procesos en el organismo de la que la mamá, logrando establecer una comunicación especifica y mágica con su hijo.

El instinto, el amor, la felicidad o la angustia que puede generar su existencia en nuestro cuerpo nos permite estar atentas a sus movimientos, a los cambios en nuestro propio cuerpo y a responder a todo ello hasta lograr llevar a término el embarazo. 

TIPS

Dedica unos minutos al día desde el inicio del embarazo para él o ella; utiliza una posición específica, usa una almohada, cobija o accesorio durante ese lapso de tiempo, desconéctate de los demás y de tus ocupaciones y lograr darle toda tu atención. 

Háblale, canta o escuchen música, cierra tus ojos y acaricia su lugar en tu cuerpo, esos momentos de manera rutinaria permitirán estrechar sus lazos y establecer confianza y comunicación. 

El uso de almohadas o cobijas livianas durante tu embarazo, para luego cederlas y ser usadas por tu bebé, ayuda en ese apego químico perfecto que existe entre madre he hijo/a, propiciando un ambiente de Seguridad y tranquilidad.

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