En medio de las muchas consideraciones que tenemos quienes somos padres, mantenemos una necesidad latente en lograr brindar las condiciones necesarias para que nuestros hijos sean ¡éxitos y felices!.

Durante los últimos años las demandas son tantas, en medio de los cambios del ritmo de vida, la globalización e internacionalización de los saberes, que es una prioridad y una necesidad personal y social saber un segundo idioma y que nuestros hij@s lo aprendan también.

Encontrar una institución, programa, profesional, presencial o en línea, quizás es solo cuestión de un clic o una llamada para iniciar un curso o clases, pero usualmente los costos, la constancia y la efectividad del método de enseñanza del idioma, según nuestra edad o la de nuestros hijos, los ritmos y habilidades, se abandonan los procesos; por eso siempre debemos tener en cuenta estos aspectos al momento de pretender un buen aprendizaje y hacer una inversión.

Es muy importante aprender un nuevo idioma y conocer lo que significa y modifica en nuestro cerebro, saber cuáles son los beneficios que nos trae el  aprendizaje de un segundo idioma.

6 Beneficios para nuestro cerebro al aprender un nuevo idioma

1. Estimula la creatividad y la percepción.

La ejercitación en el cerebro para el aprendizaje de un segundo idioma, mejora su capacidad perceptiva operativa, ayudándole a cambiar de tarea de manera más rápida y concreta. Recibe, analiza y produce una respuesta a estímulos de manera más ejecutiva.

2. Ejercita las habilidades comunicativas y de socialización.

El aprendizaje de un nuevo idioma permite la identificación semántica, fonológica y gramatical de la lengua materna, poniendo al cerebro en un estado de mayor conciencia del idioma y sus particularidades; un solo fonema puede cambiar la intención de una palabra o una expresión. Además todo el aprendizaje está inmerso en el conocimiento de características culturales e idiomáticas de otros países y razas; lo que amplía la capacidad de competitividad.

3. Ayuda a la ejercitación del razonamiento lógico y crítico.

Este aprendizaje  aporta flexibilidad cognitiva, lo que le permite al cerebro adaptarse más fácilmente a circunstancias inesperadas.

Caracteriza y establece diferencias y similitudes con más facilidad, lo que hace su criterio más independiente y fiable.

4. Modificación de estructuras y elasticidad cerebral

El aprender uno o más idiomas se promueve una ardua ejercitación cerebral, “parece que hay áreas que tienen más materia gris, más densidad de neuronas, en las personas que hablan dos idiomas. Al igual que un jugador de tenis desarrolla el músculo, hablar idiomas es una gimnasia mental. El bilingüismo esculpe el cerebro“. Albert Costa

5. Desarrollo y maduración de la atención  y la concentración

Quienes logran el manejo de un segundo idioma, logran el uso y ejercitación de la atención, disponiendo al cerebro a hacer una ejecución más efectiva de sus habilidades y una mayor disposición para cualquier aprendizaje. “el bilingüismo precoz modifica y mejora en los niños el desarrollo del control de la atención”   

6. Aumenta la agilidad y velocidad cerebral.

Los cerebros bilingües son más efectivos en la multitarea, su plasticidad permite mayor y mejor producción ejecutiva, “Las personas bilingües utilizan más áreas cerebrales en una tarea lingüística”, por lo tanto, “tienen entrenadas capacidades cognitivas no lingüísticas, en concreto en las funciones ejecutivas, que sirven para adaptarse a los cambios de tareas variadas”.

Aprender un segundo idioma es definitivamente desde mi experiencia como pedagoga una actividad subvalorada y casi necesaria como aprendizaje.

Lic. Giovanna C.